A quien amas...

“A quien amas, dale alas para volar, raíces para volver y motivos para quedarse” Mi querido Amig@, siempre digo que la única relación en la que creo, es aquella donde tú y yo, yo y tú, libremente, renovamos a diario nuestro compromiso de caminar juntos en este maravilloso camino llamado Vida. Valoro y respeto al ser de luz que hay en ti. Deseo que ames en libertad, que camines sin ataduras, sin miedos, sin culpas. Deseo y espero, que caminemos juntos el tiempo estrictamente necesario, llámase días, meses, años o toda una vida…. No temas apartarte de mi lado, si así lo estimas conveniente. Yo soy el único responsable de mi vida, de mi bien-estar, de mi felicidad, de mis pensamientos, de mis sentimientos…. Si has de marchar, despliega tus alas en libertad y vuela. No deseo en modo alguno, que retrases tu marcha ni un solo segundo, para evitarme el dolor, la rabia, la frustración o el miedo, porque yo, solo yo, soy el único responsable de lo que me pasa en cada momento de mi vida. Sé y lo sé bien y deseo que lo sepas por mi, que es bastante probable que el ser indomable, inmaduro y egoísta que aún habita en mi, con el que a diario tengo que lidiar, intentará si yo no le pongo remedio, evitar a toda costa tú partida, bien sea con chantaje emocional, con culpa, con miedos, con dudas o quien sabe, con que artimañas más me puede llegar a sorprender. De igual forma, vete si así lo tienes decidido. Ya veré yo, como manejarme con la situación. La naturaleza, sabia como pocas, pondrá en mis manos, en mi mente y en mi corazón las herramientas necesarias para seguir adelante. Si has de partir, solo me queda decirte gracias, gracias, gracias por regalarme al maravilloso ser de luz que hay en ti. Y si por el contrario, decides permanecer a mi lado, renuevo mi compromiso diario para contigo de ser honesto, agradecido y sincero. Como agradecimiento, aquí te dejo un hermoso texto, que siempre me acompaña….Besos de corazón a corazón Te Quiero mi querido Amig@. Sawabona JUANJO ALVAREZ “Cuenta la leyenda que un rey un día recibió el obsequio de dos halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenase. Al cabo de algunos meses el rey pidió informe al maestro cetrero acerca del entrenamiento de las valiosas aves. El maestro le informó que uno de los halcones no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día de su llegada. El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerle volar. Entonces el rey en un acto de desesperación quiso comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente vio volar al halcón frente a las ventanas de su palacio. El rey dijo: “traédme al autor de este milagro”. Le presentaron al campesino y el rey le preguntó ¿Cómo hiciste volar al halcón? ¿Eres mago? El campesino dijo: No fue magia, ni fue ciencia mi señor, yo tan solo corté la rama y el halcón voló. Se dió cuenta de que tenia alas y empezó a volar.”

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